Bueno, ya he acabado el proyecto de guión que me impedía escribir aquí tan asiduamente. En breve tendréis las actualizaciones de los relatos por mi parte. Bueno, qué mejor manera de comenzar este nuevo año que dando las gracias, ¿verdad? Uno se queda exhumado de culpa y la catarsis que se lleva a cabo lo deja en un estado de placer y alegría inconmensurables. Por eso le dedico esta poesía al Salón de mi Casa.
Saloncito que me das Cobijo
Saloncito que me das cobijo
Cuando la risa asoma para diluviar,
Tardamos la eternidad y seis días,
Salón del alma mía,
En verte fraguar.
Mis segundos padres que nos dieron
Un lugar donde trabajar,
Guarecernos del frío de enero,
Y mientras tanto crear,
En las noches por la madrugá.
De mi casa,
Salón de mi casa,
Lugar de concilio,
Donde conversar.
Saloncito cálido y pequeñito,
Amigo del alma,
Mi fiel amistad.
Tú que estás presente siempre que puedes en nuestras creaciones,
Tú y toda su gente llorando de risa con escarcha en los pantalones.
Nuestros bolsillos no te pueden dar
Ni dinero ni parné,
Pues lo que tú nos das,
No se paga ni en cien mil vidas.
Nos sentimos en comunión,
Rebuznando al mismo son,
Y cantando así,
Como un millón de sardinas.
Solo me queda agradecer,
A ese pedazo de mi vida,
Y decir alegremente,
Que nuestro arte,
Sin el salón se vuelve arte
Se vuelve arte inerte.
Gracias Salón de mi Casa.
20-1-2010
Es un bonito gesto hacia nuestro punto de reunión, estoy seguro de que lo agradece, con la vidilla que le damos ^^
Como siempre, muy bueno. Sigue así ^^